La banda inglesa de rock Pink Floyd, anunció su retiro definitivo después de 49 años de carrera, lanzando para ello un último disco titulado "The Endless River" que se trata de un disco casi completamente instrumental, con excepción de su último track, disco que fue influenciado de manera directa y mayoritariamente por el disco de 1993 "Division Bell," último álbum de estudio de la banda hasta el que se reseña. Además, aunado al hecho de que éste es el disco que pone fin a la trayectoria de la banda, también es un disco dedicado, según palabras del propio David Gilmour, a la memoria de Rick Wright, tecladista cofundador de la banda que falleciera en septiembre de 2008; debiéndose destacar que Wright tuvo oportunidad de participar en la grabación de algunos de los temas incluidos en este disco, ya que muchas de las melodías provienen de discos previos en los que no fueron incluidas, cuestión que ha ocasionado que muchos críticos consideren que es un intento fallido de disfrazar un homenaje póstumo con el simple mercantilismo de vender partes eliminadas o descartadas de discos previos por haber sido tan malas como para incluirlas, cuestión que si bien es cierta en el sentido de haberse utilizado fragmentos de discos previos, resulta exagerado considerar que el disco sea malo por ese sólo hecho.
Así, entrando al análisis del material audible, debe precisarse que el sonido es el característico de Pink Floyd, sin embargo eso no significa que se trate de un remake de lo ya ha realizado por la banda, aunque no deja de tener el toque que distingue a la banda de otras que pretenden imitar su sonido. En palabras de David Gilmour, lo que buscó fue darle un toque consistente con los sonidos que son característicos de bandas del siglo XXI, sin embargo, considero que el disco deja mucho que desear en ese sentido, ya que en ocasiones aparenta ser un único track interminable, con algunos toques de trabajos previos de los años 90 e incluso previos, y no ofrece nada que sea realmente novedoso, aunque no se puede considerar tampoco como un disco malo. No obstante, considero que es un triste final para una banda que siempre se caracterizó por lo bien elaborado e imaginativo de sus composiciones, siendo una verdadera lástima que se hubiera optado por reutilizar fragmentos de música que se habían descartado por la banda de álbumes previos, para formar parte de este disco consumatorio de su carrera, en vez de haber optado por componer algo novedoso y fresco que fuera realmente digno de dicho evento.
Por lo demás, el disco se encuentra disponible en varios formatos, como lo son el "vinil" y "deluxe box" incluyendo un folleto con fotografías nunca antes vistas de las sesiones de grabación del Division Bell, 3 tarjetas postales de colección entre otras cosas dependiendo de la versión.
Así, entrando al análisis del material audible, debe precisarse que el sonido es el característico de Pink Floyd, sin embargo eso no significa que se trate de un remake de lo ya ha realizado por la banda, aunque no deja de tener el toque que distingue a la banda de otras que pretenden imitar su sonido. En palabras de David Gilmour, lo que buscó fue darle un toque consistente con los sonidos que son característicos de bandas del siglo XXI, sin embargo, considero que el disco deja mucho que desear en ese sentido, ya que en ocasiones aparenta ser un único track interminable, con algunos toques de trabajos previos de los años 90 e incluso previos, y no ofrece nada que sea realmente novedoso, aunque no se puede considerar tampoco como un disco malo. No obstante, considero que es un triste final para una banda que siempre se caracterizó por lo bien elaborado e imaginativo de sus composiciones, siendo una verdadera lástima que se hubiera optado por reutilizar fragmentos de música que se habían descartado por la banda de álbumes previos, para formar parte de este disco consumatorio de su carrera, en vez de haber optado por componer algo novedoso y fresco que fuera realmente digno de dicho evento.
Por lo demás, el disco se encuentra disponible en varios formatos, como lo son el "vinil" y "deluxe box" incluyendo un folleto con fotografías nunca antes vistas de las sesiones de grabación del Division Bell, 3 tarjetas postales de colección entre otras cosas dependiendo de la versión.
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